Los niños

Los niños
tienen el corazón
abierto
y roto.

Los niños vienen ya separados de su alma:
si usted quiere, se la pone,
si no, apacha este botón y se desactiva esa opción.

También se venden almas de repuesto.
El alma estuvo tanto tiempo sobrevalorada.

Los niños,
ven perdida la inociencia,
ganada la impaciencia,
retozando en "te mataré" permanente
y pistolas de balines.

Los niños
dari'ianki.

Los niños
yoncina.

Los niños
grantefauto.

Los niños
pornografía de media noche.

Los niños
sangre, sangre, "mamá, ¡te odio!".

Los niños
"¡¿qué putas?!".

Los niños, moscas,
moscas sobre la mierda
que dejaron nuestras generaciones
de mierda.

Antes
masacre de fusil y cuchillo;
hoy
masacre de cable e internet.

Los niños jaifaiv.

Los niños "me pela".

Los niños
versión deforme
en miniatura
de nuestra sociedad.

Pobres los niños,
gastemos en psicólogos,
sobredosis de Ritalin,
(pedagogos, demagogos, da igual).
Doctor:
démosles sobredosis de tele, emtivi, lucha libre y americanaidol,
démosles cáncer de inconciencia,
démosles cáncer de desinterés,
incapacitémoslos para sentir,
castrémosles la razón.
Al final
prendámosles fuego:

hagamos más.

Mal "de conciencia"

Si vivo, si esto es vivir de alguna manera, creo/entiendo que vivo bajo unas cinco o seis maldiciones. No hay más explicación, son conjuros, conjuros de esos que se conocen como "de conciencia", de esas que pesan porque están atadas a un momento inolvidable o necio y que, al presentarse, revive el conjuro imprudente que trae sobre uno la totalidad de palabras, momentos e instantes que componen una historia. Alguna historia.

Hay veces que me voy sintiendo sólo
porque conozco esa sonrisa, tan definitiva...

... y te me vas, con esta historia entre tus dedos...


Es que recuerdo bien sus palabras: "... Cada vez que escuchés esa canción, vas a pensar en mí..."

Ella usó mi cabeza como un revólver...


Aclaro, no es obediencia o marca de esas que lo estigman a uno, porque le pegan en la autoestima o en los prejuicios. Es más bien como que esa persona se pegara un tiro a la altura de la sien, ahí, frente a uno, justo después de decir las palabras malditas.

Ingrata, no me digas que me quieres...

El fantasma regresa, se reactiva con eso, con eso que es el botón, el trigger. De ahí en adelante el alma en pena merodea, punzante, la sanidad mental de la persona. Uno ya no es libre y el hecho de que sea la misma libertad la principal víctima, convierte todo el asunto en un asunto de conciencia.

En definitiva:
Happiness is a warm gun.

Nostalgia II

Hay cosas que se guardan en cajas, en cajas de cartón, repositorios anteriores de zapatos o artilugios banales para adornar la vanidad, con un final poco predecible, terminan siendo pequeños cofres para tesoros que encierran en su simpleza los más grandes momentos de una vida.

Hay cosas que se guardan en las uñas, la piel de una vida pasada por ejemplo, el sudor de un momento desesperado, los despojos de la desolación y la frustración conjugada con un sentimiento superior al estrés.

Hay cosas que se guardan bajo la lengua, que se mueven bajo el océano de la lengua, bajo la ciudad de dientes y el cielo de la boca. Secretos de saliva, secretos de palabras susurradas, palabras dichas en el momento exacto en que tuvieron que ser dichas, sin más, cumplieron y corrieron a esconderse bajo ese músculo inexplicable: la lengua.

Hay cosas, por demás está decir, que se guardan en la nostalgia, en la parte fundamental del sentimiento, cosas que permanecen arraigadas en el tiempo, momentos, segundos, pequeñas partículas de tiempo, congeladas en ese instante recurrente que se autocrucifica en en el cerebro y se prende de todo lo que tiene sentido en la vida. El aire, el calor, la vida en sí, todo queda impregnado y no se van... lo sé yo: no se van...

Hay cosas que es peor tratar de olvidar, porque regresan al tratar de dejarlas estacionadas en la calle oscura del olvido. Regresan y con el tiempo, se hacen más pesadas.

Con el tiempo se hacen parte de todo, de las cajas de cartón, de las uñas, de la lengua, de la boca completa.... del corazón.

Neurótico - Paranóico - Hemorrágico

Puedo tomarme el tiempo que crea necesario para levantar finalmente los pies del cielo y enfilar los pasos al consultorio del doctor. Pero no quiero, más bien, rápidamente me encorvo, me hago una rosca, me envuelvo en la manta con avioncitos y recuerdos tallados, me encierro en mis interiores, con los ojos cerrados, apretujados, a punto de estallar.

No es algo forzado, más bien debería caminar, rápido y ligero, en silencio, sin mediar palabra alguna con alguien. Simplemente caminar y caminar. Llegar, abrir la puerta, girar sobre mis pies y ver impulsivamente si alguien me sigue, en fin. Paranóicamente después, regresar la mirada, refugiarme entre mi saco superlativo, arroparme bien, darme un par de golpes en los brazos yo mismo, tomar valor, llegar al mostrador, ver a los ojos a la recepcionista, a la recepcionistasecretaria, decirle "Buenas tardes y feliz día de la secretaria... vengo a consulta con el doctor Carranza..."

Ya veo, ya veo... ya veo la imagen, la veo claramente en mi cabeza...

Ellá me verá, me verá fija y especulativamente, dudosa, sonriente, tan linda y tierna como siempre, ella y su sonrisa, sus ojos reflectivos, tristes, encendidos. La veré fijamente y haré un gesto imprudente, algo que le transmita claramente lo que en un momento diré: "¿Algún problema?, ¿acaso no está el doctor?...".

Ella me verá nuevamente, examinando detalladamente cada palabra mientras viaja por el aire, siguiendo cada pequeño movimiento delirante de cada letra, esos movimientos que hacen las palabras cuando bailan, cuando corren para instalarse en la cueva del oído. Me verá fijamente, escudriñando cada idea que se fuga de mis ojos, de mis ojos rojos, ojos dolidos y desvelados. Realmente tengo un look de enfermo, de enfermo terminal y sumido en un sufrimiento exhorbitante. En fin...

"Perdón señorita, no sé por qué me ve así... VENGO A CONSULTA CON EL DOCTOR CARRANZA... ¿está el doctor?... traigo un dolor que ya no aguanto... es una emergencia... !!!ACASO NO VE LA SANGRE!!!, necesito que llame al doctor..."

"... Doctor... ehhhmmm... el doctor Carranza es... es usted... jejeje...", la extrañeza de sus palabras me hacen caer en cuenta que, ¡mierda! he sido descubierto... y ahora, ¿quién podrá defenderme?

No soy más

Pienso
/siento
/creo
que cada día
soy
menos (-)
humano.

Menos (-) yo.

Más conocimiento,
más concepto,
más ideas.

It's all in my head.

Cada día más (+)
artificial
/plástico
/antinatural
/...

Hablemos

Hablemos del alfabeto de lo inerte, hablemos de lo interno:
hablemos...

Hablemos del infinito de lo efímero, de lo sublime, de las estrellas,
hablemos de la expectativa por el nacimiento del anticristo,
de la alfombra roja que conduce a tus labios,
del torrente turbio que conduce a tus piernas,
de todo esto y todo lo demás,
de la edición electrónica de los cultos religiosos,
de un taxi extraviado en el Centro.

Hablemos de algo, de todo, menos de lo de siempre.

Hablemos, si fuera necesario (aclaro)
de cómo me gustaría ser bambú o un elevador.

Hablemos del tiempo.

Hablemos del bebé de alguien que se cagó en su vida.
Hablemos del silencio.

Hablemos largo y tendido, como si necesitáramos un buen café,
o estar en un café al menos,
cómo si leyeramos las ideas del otro, de los labios,
como si comprendiéramos algo de esta vida o de la otra.

Hablemos de un vestido
y si combina con el sexo de alguna actriz que no conoces.

Hablemos de hablar y seguir hablando mientras hablamos,
como si fuera necesario, como si fuera vital
mantener los labios en movimiento, la saliva circulando,
los sonidos saltando de nuestra boca.

Hablemos de qué pasaría si finalmente habláramos.

Nostalgia impropia

Es como difícil, creo, siento,
el aceptar que hay voces/señores/almas
que nunca regresarán.

Aportaron, me dejaron algo entre sus acordes, melodías y líricas.

Es que tengo algo de nostalgia impropia,
algo de nostalgia externa, heredada,
adquirida en oferta: la mejor compra de mi vida.

En su momento, líderes indiscutibles
de una sociedad estigamtizada,
organizada para saltar al vacío,
una sociedad que creía/empezaba a abrir los ojos.

Ya no hablo de ellos, hablo de mí
y lo que se coló cuando los dejé entrar en mi cabeza.

Es triste, como decía, difícil de creer que ya no están,
y más aún, que es imposible pensar en una reunión
algo conmemorativo, con el pretexto recurrente
de recordar viejos tiempos,
de revivir viejos tiempos.

Uno no se da cuenta que lo que se revive son fantasmas,
espantos de una época que no regresa.

Se termina igual,
perdiéndose uno en su nostalgia,
en lo bien que se siente lo pasado,
sobre todo porque ya pasó.

En fin, es difícil entender esto, aceptarlo más que todo,
y recurrir a fotografías de sonrisas, de momentos retratados,
de momentos encerrados en un conjunto de siluetas,
de personas, de silencio eterno porque las fotos no hablan,
no se mueven, se quedan ahí,
donde se encontraron, donde se capturaron...
y aún con sus obvias limitaciones, ¡qué poder tienen!

Y es más difícil aún, porque entiendo todo
capto todo, ¿sintieron acaso esto, aquello, todo lo que siento yo mismo?
las carreras, infortunios circunstanciales,
los detalles como historias infinitas,
los golpes a lo divino, el resbaladero que conduce a las fauces de la revolución,
la pobreza humana, la humanidad dividida,
la división maldita de todo.

Y los gritos, el "escúchenme-tengo-algo-que-decir" que sonó,
que se hizo sonar, que reivindicó el género extinto en mi patria,
que le dio forma, que lo moldeó en su momento.

Qué pensarían hoy, juntos de nuevo... jamás lo sabremos.

Es que en serio, es el cáncer de nuestra época lo que me abruma
el realismo exacerbado y sobrevalorado de estos días,
soy yo mismo exacerbado y sobrevalorado en este momento,
con sangre por todos lados, todos lados, todos los lados,
con sangre en los ojos - letras - uñas,
sin salida.

El torbellino me trae un abanico de canciones,
benditas canciones, todo existencial, es el problema existencial del hombre
ese problema indiscutible, el que me aterra,
el que me clava un dolor de cabeza a cada paso.

Porque podría maldecirlo todo.
Podría consumir un trío de hojas drogadas.
Podría vender franquicias de mi alma
o alquilarla para los EMOs que nada saben,
que nada creen, que nada disfrutan.

Entre EMOs, reggaeton, música cristiana,
mal-llamado-pop y las putas rancheras de siempre,
esto de la música
se está íendo (como casi todo) a la mierda.

Ya lo dije una vez y lo repito.

Hagamos algo, corramos al pasado.
No hay algo nuevo bajo el sol, nada,
sólo esta mierda de música que se coló
en aquel mínimo descuido, inocente.

Estoy loco, soy un insecto raro que se resagó al pasado...

... en fin:
es pura nostalgia.
No mía, impropia.

La niña y la bestia

Ahí está la bestia
enfática, superflua,
revestida de toneladas de maquillaje
buscando verse como algo con nombre,
como un dios pagano viviente,
como un manifestación de lo sobrenatural.

Va la bestia revolviendo los vestidos,
derrocando la inocencia,
desvistiendo el corazón,
acorralando sutilmente
a la doncella amante de los Beatles,
loca por los Beatles,
la Lucy de los Beatles.

Guía la doncella, sin embargo,
la mano de la bestia
porque la bestia a pesar de su desintegrada imagen,
busca amor, amor imposible,
amor tan imposible.

Es la doncella artífice del momento,
es la princesa, niña de chocolates y paletas,
de besitos y estrellas,
es ella muñeca del diablo,
la que atrapa finalmente a la bestia.

Ella, el ángel que esconde al demonio,
el cielo que alberga un infierno,
la tormenta disfrazada de día inédito: pura belleza.

Es ella la que toma el control
la que vence a la bestia con un beso
con el baile demente de su lengua,
los brincos pronunciados
los gemidos delincuentes
los temblores espaciales
los destellos inconscientes
de pasión desenfrenada.

Es ella después de todo, quien abre sus alas
y confiesa su procedencia.

Hoy. es ella quien se lleva a la bestia entre sus alas.

Mañana es la bestia quien se la llevará a ella entre las piernas.

Mañana no

Te imagino en este momento,
dulce,
contornos sinceros, honestos, respirar liviano,
sensato, contorno de luna,
imagen pausada en el tiempo
descanso obligado,
con la cara enterrada en los sueños.

Te veo, te visualizo acostada,
posición fetal quizás, para no perder la costumbre,
para no olvidar lo importante,
que sólo soñando pensás en lo importante.

Te imagino de trazos simples, concretos,
claroscuro natural,
tus líneas curvas, y oblicuas, y siniestras,
toda ahí, tu, la imagen perfecta de mis deseos.

Ahí, tu,
brillando en la noche, en el silencio de lo que no se cree a simple vista
a simple deseo, a simple duda revoloteante.

Te amo: es que estoy enamorado.

Con tus caras, de tus pecas, de tus manchas varicelescas,
y tu perfil poco cristiano. Con tu perfil irrealizable,
si quiera impensable.

Hoy te quiero perdida en mis piernas,
con tus manos exaltadas y tu corazón intermitente...

... con los ojos bien cerrados.

Te amo y te imagino: te creo.

Dormí. Mañana, no.

Así como te recuerdo...

Así como me mirabas, con esa mística irrealizable
con esa mística cautivante;
Así como me esperabas, como gritabas cuando llegaba,
como corrías como loca, de arriba para abajo,
de adentro hacia afuera,
frenética
irreparable, con locura infantil y desbordada;
Así como caminabas a mi lado,
como sombra reducida
como verdadera compañera de la vida;
Así como temblabas en mis brazos,
así como realizabas la vida entre mis brazos,
así como repelías los demonios, los fantasmas, mis quebrantos
así como me querías, con los pelos erizos,
con el hambre perruna de verme.

Así como bailabas en mis manos,
así como coqueteabas con la muerte,
así como me enseñaste el poder del silencio,
el poder de un buen grito.

Así como esta tarde apagada,
como todo esto que se acumula y se pierde entre lo gris de lo irreparable.

Así como el viento que me absorbe,
así como el dolor de cabeza que me somete,
así como el hedor de lo que no se cumple,
de las promesas que se quiebran.

Así como tu colita moviéndose por el queso,
así como tus mañas de malcriada,
tu cara de rebelde,
tus ojos color cielo,
color "radicalsonora".

Así como el momento que compartíamos sin decir algo...

Así como el día que llegaste y aprendiste a subirte a los sillones,
así como el sonido de tus patitas bajando por las gradas...

... como el grito cuasi-llanto por una frase pronunciada agudamente y sin sentido.

Así como el recuerdo de verte dormir en la panza de mi papá,
y las noches que esperaste a que apagara la compu para dormirte.

Así como esa forma tan cómica de rascar la almohada para acostarte,
como las veces que te orinaste en mi cama.

Así como esperabas en la puerta cuando te decía "... vamos a la calle..."
como te subías al carro en frenesí descompuesto.

Así como tu caminar levitante por los daños irreparables de tus caídas suicidas
y el tiempo que me regalaste como amiga.

Así como entendías lo que te decía
(aunque nunca hiciste caso más que cuando te decía "... vaya con Pepe...")

Así como tu manera de arrastrarte cual soldado por la cama.

Como esa misteriosa mirada observando fijamente
esperando alguna señal, algún movimiento, algún sonido para acercarte.

Así como te recuerdo, como pude quererte
como pude entenderte y demostrarte el agradecimiento por lo que hacías cada noche
en mi mente, el contrarrestar el efecto nostálgico de mis enfermedades suicidas.

Como te hiciste querer por todo el que te conocía,
como reparaste un par de corazones de niños terminales, atrofiados,
en especial el mío.

Así con todo el remordimiento que me queda,
con todas las caricias que te debía,
con todos los momentos que no te di
y tus vestidos guardados para siempre...

Así
así amiga te vas para siempre
y yo regreso a mi asiento.

Hasta luego...
hasta siempre,
hasta la noche, hasta la madrugada...

no te cortés las uñas...
todavía quisiera escucharte correr
cuando grite tu nombre al vacío.

(Mitzu)

Insomnio 2.0

Simplemente es de sentarse, conectarse un cable o dos a la cabeza, doble ve, doble ve, doble ve, punto, google, punto, com. El universo completo en una espiral de letras, imágenes y videos desbordándose en la pantalla. De este lado un insomnio del carajo.

Sé bien ya la razón del ardor en los ojos y los cabeceos en la oficina. Beatles de fondo y estamos listos para el desvelo. Jai faiv punto com, enter. Y como en un acto voyeurista empezamos a navegar en la vida de los demás, indagando marcas, secretos y pequeños detalles de fotos errantes o erróneas de mentes que no ven en esto de la informática más que una razón para deshilar su ego y adornar su propia vanidad.

De regreso al tal google punto com y nada más que decir, nada más que quiera saber... aunque, qué tal: "recuperar sueño insomnio medicamentos naturales"... click en "Search"... bingo...

¡Leche tibia!

Mientras tanto, la pequeña bestia temblorosa se encorva y se deja en manos de la negligencia de su tutor y la resignación a su condición.

Al menos ya solo me faltan el Feisbuk y el Tuiter para que me de sueño y pueda dormir en paz.