Fijate vos

Me gusta que me detestés, fijate vos.

Me gusta que me critiqués,
que tratés de verme cuernos y colas
y rasgos de brujo y demonio y carnicero
y burro y coche y búho y buitre y vaca.

Me gusta que me cortés, que te guste sangrarme,
que así, con indirectas, me escupás la cara.

Me gusta darte algo de envidia
algo de celos, algo de veneno;
que te arda la cara.

Me gusta que me hablés
y que dejés de hablarme por querer hablarme:
que querrás callarme.

Me gusta que me tentés, fijate vos.

Que te dé algo de asco
y que te guste algo también.

Me gusta que creás en mí por no creerme,
que me busqués más dedos en las manos,
más ojos en la cara,
más palabras en los dientes.

Me gusta también
que creás al final que soy una desgracia
un hipócrita, un incumplido;
que soy un mediocre, un falaz,
un pobre diablo
o
el diablo en banca rota.

Que creás que soy un idiota, un pestilente,
un ridículo y un falto de clase.

Que creás más de lo que creés;

que creás finalmente
que yo creo
que soy la mera verga.

Me gusta que me matés, fijate vos...
y que creás que esto que escribo
va dirigido también a vos...

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