Guardame

Guardame allí, dentro de tu corazoncito,
cuando nos dejemos de ver o cuando ya no nos miremos,
después de un adiós
y luego el rigor de la partida anunciada.

Y en el suspiro que se te escapa cuando me enciendo en tu memoria,
ahí guardame también, revolviéndome en tu aliento,
como rememorando esos besos furtivos y asesinos
más terroristas que recatados,
más torpes que sensatos.

Guardame bajo tus veredas
y bajo tus valles y tus barrancos,
bajo los accidentes geográficos que forman tus formas
que moldean y hacen tan único tu cuerpo.

Guardame entre tus manos, en tus latidos y en tu boquita,
guardame cerca de tus pechos
y a un lado del pudor que somete nuestras ganas.

Guardame como siempre, en tus ojitos achinados,
entre tus ideales y tus propósitos,
entre lo que querés más que a la vida.

Guardame entre la distancia que nos divide
entre el tiempo que pasamos sin vernos y mis dibujitos infantiles
entre lo que te escribo, lo que te digo y lo que te regalo
entre lo que te dedico y lo que te aviento
entre las piedras de un Río Dulce que brilla bajo tu sonrisa
entre las olas de un Monte Rico que se callan ante tus palabras
entre el aire de una Antigua que se renueva con tu inocencia.

Guardame para que no me pierda,
aprisioname en esa foto mental en tono sephia
donde reímos como insanos, como dos locos que se aman,
como dos niños que se desean.

Guardame antes que se haga tarde y te toque entrar a clases,
cerrá los ojos y guardame con todo y lo que no soy,
con todo y lo que sabés que quiero ser,
con todo y lo que sabemos que aún no tengo
con eso en lo que creés que algún día seré.

Guardame confiada y tranquila. Guardame en silencio.

Guardame porque es probable que no pase de hoy
éste mi aroma, ésta mi convicción,
ésta mi gana de no querer irme,
éste sentimiento de miedo por ya no verte,
porque mañana te despertés y yo ya no exista,
porque ahorita te des la vuelta y se te olvide
que esté donde esté,
no hay lugar alguno donde preferiría estar que a tu lado
de tu mano, colgado de tus labios y de tus brazos
y de tu tiempo
y de la promesa de quererme para siempre.

Guardame entre el calorcito de tu chumpa de tu suéter o de lo que traigás puesto
porque ésta noche se me hace fría sabiendo que no estoy contigo.

Guardame, patoja.
Guardame bien.

No lo dudés: te amo nena.

4 comentarios:

Psicolibelula dijo...

Felicidades Maestro, si su intención era transmitir esas sensación de falta de amor presencial, de la piel erizada recordando el amor inolvidable, de las tardes de colores planificando un futuro juntos frente a la montaña donde se desea hacer el hogar próximo, y de esos miles de momentos felices que uno comparte con el ser humano "indicado". Lo logro, al menos en mi, gracias mil. Casi me hizo llorar, pero erizada seguro!

Jorge+ dijo...

Gracias señorita... pues la verdad es que es justo el sentimiento que quería transmitir... me hace falta mi flaquita... y pues ahí está, ya no la voy a ver tanto y me entró el sentimiento feo, como quien dice... jejejeje... grasha grasha grasha!

rOo RAMONE dijo...

=)
QUÉ Belleza!
Yo me guardo eso de mi ser,
un beso Jorge.

Abril dijo...

Que belleza!!!

Cada vez que te leo me sorprendo mas.... de lo bien que escribis.

Saludos.