MoFo

Vos me das tu ración de corazón cuando te miro,
tu vasito de cariño con leche cuando tengo hambre,
tu pedacito de aprecio trasnochado cuando no tengo sueño,
y un parpadeo de bendición de madrugada cuando te vas.

Todos los días me siento querido
con tus palabritas sencillitas y tus malas palabritas,
con tus íconos del messenger, moraditos o rosaditos,
con tus ternuras expresas
y tus millares de zapatos combinados con un centenar de bolsas coquetas
y tus eternos abrazos de oso hormiguero.

Tus dulcitos fonéticos
y tus fonemas combinados de caramelo:
el mero amor fraterno en canasta y tapadito,
calientito, recién salido del horno.

Simple canto de loquita,
pajarito loco en mi ventana
y en mi puerta y en mi televisor
telenovelas repetidas.

Vos: pasos pausados, gritos de arcoiris.

Vos hermanita, flor de septiembre,
vos tonelada de amor,
abrazos furtivos, besitos ridículos,
"nadeces" de la vida,
la misma sangre bajo la cáscara,
a vos te hablo, como cuando nos entendemos,
porque otras veces sos venenosa
y yo mortero,
pero no importa:
hoy te escribo para decirte que te quiero.