-Mi amor, ya no quiero que fumés... se te van a caer los sueños de la frente...
-Éste es el último... igual ya se va a apagar la luna, mirala... cada vez está más oscurita...
-Yo sé... pero eso no importa... dame tu dedito, el meñique, tengo algo de hambrita...
-Baby, pero ya casi no tengo dedo, mirá, todo te lo comiste ya...
-Pero hoy no va a ser mucho... sólo un poquito.
-Mmmmmm... bueno... aaaaaayyy, no... a veces siento que no me entendés...
-¿Cómo así?... ¿por qué me decís eso?
-No sé, patoja... últimamente he estado acumulando muchos frasquitos llenos de celos en el closet.
-¡Ve!, y ¿por qué "muchos"?...
-Porque sí, creo que no has entendido que yo puedo ser bien violento a veces... bien violento y bien celoso. La ventaja que tenés tú, es que todavía tengo la cáscara intacta.
-Pero yo ni te he dado motivos.
-Te falla la memoria, demasiado. No te recordaste que hoy nos era un día importante. Creo que ya no te importo mucho.
-OK... y ¿qué día era hoy pues?...
-Hoy era lunes... hoy me tenías que ir a sacar del cementerio.
-¿En serio?... ¿y cuándo decidimos eso?
-Es que ese es el problema, nunca te tomás lo que te digo en serio, siempre preferís andar con tus hadas y tus duendes... entonces, cuando me doy cuenta de eso, se me cuela el chamuco hasta el corazón y me pongo celoso.
-Mmmm... no te creo que seas tan así...
-No me creés porque no me entendés... es como te digo: a veces siento que no me entendés.
-Pero yo he tratado...
-Sí pero no es sólo de tratar... tú casi nunca me escuchás... apenas si me oís a veces... y muchas veces de esas veces, sólo tratás...
-Pero igual, en la prensa siempre salen nuevas ofertas... te propongo algo: mañana vamos y te compro una camisa.
-Es que no es eso lo que me falta. Mirame la cola, la tengo toda fea ya... hecha huevo...
-Yo te dije que era mejor que te compraras un par de pantalones que esa cola.
-Yo sé... si yo no te echo la culpa de eso porque yo sé que fue mi gusto y mi gana... yo lo que digo es que a veces siento que tú no me entendés...
-Pero, ¿qué querés que entienda?
-No sé... sólo quería cantar una última vez la de "Down Is The New Up" pero tú no querías que yo me quedara ahí... tu querías que me fuera, es más, ni querías que llegara si quiera... es que mirá pues, yo lo que quiero es que me mirés, sólo cinco minutos si querés, pero que me mirés a mí, pero no es sólo de cruzar la mirada con mi cuerpo o mi cuerpo con la mirada: tenés que meterte dentro de mí, date cuenta: yo soy un monstruo y los que son como yo tenemos colmillos en el estómago y en el hígado... tú me has visto los demonios que me cargo dentro y sabés de qué pata cojeo.
-Sí, yo sé... pero empiernate conmigo que si no ya no te abrazo... mirá como está de callado el mundo... ya dejá de decirme esas cosas y dejate querer, ¿sí?, ni modo que por gusto nos subimos hasta el cielo...
-No sé... es que no es la primera vez que me siento así. Siento que estoy solito aquí, que estoy hablando contigo, pero no directamente sino con algo intermedio, una cosa que nos une pero también nos separa. Por un lado nos permite platicar y tocarnos, pero por otro no nos deja besarnos...
-Pero igual, ¿acaso me querés besar pues?
-Sí... la verdad es que sí. Yo todavía tengo la ilusión...
-¡My love! y ¿por qué no me habías dicho antes?... vení para acá... te voy a dar un buen besito... y después, si te dejás, pues podemos hacer un par de travesuras...
-Mmmmm... lo vas a volver a hacer...
-¿Qué cosa?... si no querés aceptarme un beso es tu problema, yo tampoco te voy a rogar.
-No es eso...
-Entonces...
-Es sólo que a veces siento que no me entendés...
-Da lo mismo, niño: yo sólo quiero que dejés de fumar.
-Éste es el último... igual ya se va a apagar la luna, mirala... cada vez está más oscurita...
-Yo sé... pero eso no importa... dame tu dedito, el meñique, tengo algo de hambrita...
-Baby, pero ya casi no tengo dedo, mirá, todo te lo comiste ya...
-Pero hoy no va a ser mucho... sólo un poquito.
-Mmmmmm... bueno... aaaaaayyy, no... a veces siento que no me entendés...
-¿Cómo así?... ¿por qué me decís eso?
-No sé, patoja... últimamente he estado acumulando muchos frasquitos llenos de celos en el closet.
-¡Ve!, y ¿por qué "muchos"?...
-Porque sí, creo que no has entendido que yo puedo ser bien violento a veces... bien violento y bien celoso. La ventaja que tenés tú, es que todavía tengo la cáscara intacta.
-Pero yo ni te he dado motivos.
-Te falla la memoria, demasiado. No te recordaste que hoy nos era un día importante. Creo que ya no te importo mucho.
-OK... y ¿qué día era hoy pues?...
-Hoy era lunes... hoy me tenías que ir a sacar del cementerio.
-¿En serio?... ¿y cuándo decidimos eso?
-Es que ese es el problema, nunca te tomás lo que te digo en serio, siempre preferís andar con tus hadas y tus duendes... entonces, cuando me doy cuenta de eso, se me cuela el chamuco hasta el corazón y me pongo celoso.
-Mmmm... no te creo que seas tan así...
-No me creés porque no me entendés... es como te digo: a veces siento que no me entendés.
-Pero yo he tratado...
-Sí pero no es sólo de tratar... tú casi nunca me escuchás... apenas si me oís a veces... y muchas veces de esas veces, sólo tratás...
-Pero igual, en la prensa siempre salen nuevas ofertas... te propongo algo: mañana vamos y te compro una camisa.
-Es que no es eso lo que me falta. Mirame la cola, la tengo toda fea ya... hecha huevo...
-Yo te dije que era mejor que te compraras un par de pantalones que esa cola.
-Yo sé... si yo no te echo la culpa de eso porque yo sé que fue mi gusto y mi gana... yo lo que digo es que a veces siento que tú no me entendés...
-Pero, ¿qué querés que entienda?
-No sé... sólo quería cantar una última vez la de "Down Is The New Up" pero tú no querías que yo me quedara ahí... tu querías que me fuera, es más, ni querías que llegara si quiera... es que mirá pues, yo lo que quiero es que me mirés, sólo cinco minutos si querés, pero que me mirés a mí, pero no es sólo de cruzar la mirada con mi cuerpo o mi cuerpo con la mirada: tenés que meterte dentro de mí, date cuenta: yo soy un monstruo y los que son como yo tenemos colmillos en el estómago y en el hígado... tú me has visto los demonios que me cargo dentro y sabés de qué pata cojeo.
-Sí, yo sé... pero empiernate conmigo que si no ya no te abrazo... mirá como está de callado el mundo... ya dejá de decirme esas cosas y dejate querer, ¿sí?, ni modo que por gusto nos subimos hasta el cielo...
-No sé... es que no es la primera vez que me siento así. Siento que estoy solito aquí, que estoy hablando contigo, pero no directamente sino con algo intermedio, una cosa que nos une pero también nos separa. Por un lado nos permite platicar y tocarnos, pero por otro no nos deja besarnos...
-Pero igual, ¿acaso me querés besar pues?
-Sí... la verdad es que sí. Yo todavía tengo la ilusión...
-¡My love! y ¿por qué no me habías dicho antes?... vení para acá... te voy a dar un buen besito... y después, si te dejás, pues podemos hacer un par de travesuras...
-Mmmmm... lo vas a volver a hacer...
-¿Qué cosa?... si no querés aceptarme un beso es tu problema, yo tampoco te voy a rogar.
-No es eso...
-Entonces...
-Es sólo que a veces siento que no me entendés...
-Da lo mismo, niño: yo sólo quiero que dejés de fumar.
2 comentarios:
Me a gustado mucho =)
Saludos!
jajajaja que buenisimo!!! ME atore de la risa toda la lectura... ¿Qué fue eso? jajajaja Igual no debe de importar... solo deje de fumar wuajajajajajajajaja
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