yo no tenía ojos hasta que te vi,
ni manos hasta que mis dedos bailaron sobre tu piel,
ni boca hasta que tus labios formaron los míos,
ni oídos hasta que me susurraste "te amo" sobre el hombro mientras me abrazabas por detrás,
ni tuve olfato hasta que logré percibir el olor de tu belleza con los ojos cerrados,
como huele la verdad, como huele lo divino.
yo no estaba vivo hasta que tú me diste un corazón,
ni había visto la luz hasta que me iluminaste con tu sonrisa.
yo no estaba aquí hasta que tú apareciste.
yo me defino cuando te siento.
tomo forma cuando me mirás.
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