Autoretrato


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No ha funcionado muy bien el auto-convencimiento. Como que Trent conoce un poco lo que siento. Como que Billy sabe un poco de lo que hablo. Como que Thom cree un poco en lo que creo.

En definitiva, el poder de esta avalancha devaluada está arrasando con todo lo que puedo aceptar. Esto y eso, lo de en medio, el camino, las personas; todo en declive sustancial.

Schopenhauer jamás entendió la magnitud de sus palabras.

Y a quiénes me dirijo. A dónde envío mis palabras. ¿A mí?, qué importa...

Soy un hipócrita e incongruente, un socialista de corazón como lo serían Fidel y Hugo. Un enemigo de mis palabras, eso soy, un idealista sin convicciones, menos peligroso en sentidos prácticos, que un terrorista medio-oriental (como si sólo ahí hubieran), pero más peligroso eso sí, en sentidos de desvida porque soy una bomba que implota, que se auto-consume. En mi irresponsabilidad radica el problema. Que no me confundan con el existencialista representado en las letras de Sartre. Yo no soy víctima, pero no creo ser el único que carga con esta culpa.

Es sólo que finalmente realicé y no digo descubrí porque ya lo sabía, sino únicamente realicé mis carencias y definí mis sobrancias. Como flor que nace para no ser vista, como lunas que nadie ve cuando duerme, como caminos que nadie caminará o que llevan a ningún lado. Algo así como los objetivos trazados para eso que nunca fue. La intención esta ahí, pero el sentido está perdido. Es costo, es inversión al aire.

No sé hablar más que conmigo y por eso escribo esto, porque al hablarme a mí a través de estas líneas, creo dejar algo que quizá alguien algún día lea. Espero que ese alguien entienda y tenga presente y claro que es a mí a quien hablo, y no a ella... o él... qué más da...

Es que a veces me siento a la sombra de mi sombra. Gorda y deforme, nocturna y constante, no se aparta de mí. Pero, ¿me sigue o yo la sigo a ella?... ya sabrás a donde quiero llegar con todo esto.

Sí: mañana me voy a pegar un tiro.

En la mente, no en la cabeza... que conste.

Normal

-Cómo puedo cambiar esta mente, la cabeza, su entorno, la gente que me habla, que me dice tonteras. Cómo es que siento poder identificar corazones solitarios, almas errantes, sentimientos chocando como dos océanos de rabia, todo en una mirada, dos ojos que miran fijamente hacia la nada.

-Cómo es que de un momento a otro todo me puede importar tan poco, cómo es que su sonrisa se transforma en un tiro de gracia al corazón. Cómo es que veo a través de ella y me veo a mí sin adornos, sin funciones trigonométricas, sin índices macroeconómicos, sin procesos estandarizados, ni partidas contables. Cómo es que la veo enigmática, no sublime, no irrealizable, más bien real y tangible, tan humana, tan inestable, tan escandalosa... tan mimable, tan abrazable, besable, sensual y hasta interesante. Cómo es que me dan ganas de susurrarle al oído "no estás sola... yo no te entiendo, pero me siento igual", como si pudiera descifrar la interrogante que encierra su existencia. Un caminar de pasarela, una tendencia pop algo forzada, una mirada vacía, una sonrisa dulce, una exageración para expresarse. Cómo es que sigo y me pregunto cómo.

-Tengo a veces tantas ganas de voltearme y dejar de sentir tanto, procurar sentir lo esencial, desdicharme un tanto en algunos trazos y en otros sentirme tan agraciado como el cielo. De correr a los brazos de esta muñeca con acento intelectual en la mirada, con suspiros de mantequilla, con que-haceres de pintor francés. Como si fuera posible descoser el hilo de la vida o esconder el sol detrás de un lunar.

-Entiendo que a veces procuro juntar toda mi rabia, mi ira y hasta gotas luminosas de felicidad. Sin embargo aún no comprendo por qué nunca puedo dejar de meterme ideas en la cabeza, como si no importara el asfalto que me trajo hasta aquí.

-Es que es normal, vos... es muy normal...

Botes rodando

Hay unos botes, unas botellas de plástico, rodando en la calle. Es lo único que hace ruido en la noche junto al crepitar intermitente de mis dedos presionando las teclas del teclado que escribe estas palabras. Sin embargo, aunque la noche avanza dejando un rastro de soledad con aire frío y sereno, dentro de mi cabeza la historia es otra. Mil palabras en una estampida infernal corriendo sobre mi cerebro.

Ni siquiera una canción convencida me somete el desasosiego.

Paseo por mi cama, halando y estirando la colcha, el poncho, la almohada que siempre pongo a mis pies, todo. Las ideas se fugan y oigo nuevamente el sonido de allá afuera. Los botes rebotando cada vez más cerca.

De pronto se me duerme la lengua. No importa. De todos modos por hoy fueron ya suficientes palabras.

El Arte

El arte de tomar parte, de pelear y enredarte
de intentar asomarte
y en el camino enterarte,
llegar y encerrarte,
ponerte los pies, correr, escaparte,
enterrarte,
nuevamente esconderte,
disuadirte, engañarte,
cortarte la lengua,
pretender desaparecerte,
comprometerte con eso que nunca pudo entenderte,
ser no más que el estandarte
de todo eso que puede matarte.

Hablar de más y en rima sonante,
en tono colérico y arrogante,
darte cuenta de lo mucho que dejaste,
sentir pena, retractarte
regresar, disculparte
¿no es este tu arte?

Algo así como...

Este poema es algo así como...

como masticar las nubes de la tarde
como enrollarse al cuello un par de suspiros
como beberse un par de historias pasadas
como sentir una estrella en el corazón.

Como atrapar un cometa entre los dedos
como sentirse libre al fin
como más o menos creer que estoy vivo
como nacer de nuevo dentro de un granito de sal.

Como esconder el fantasma que ronda mis noches
como al fin encontrar aquellas letras que un día perdí
como al fin escribir un par de oraciones con sentido
como perdonarme a mí mismo por lo que nunca logré.

Como aceptar que te amo más allá de mi entendimiento
como aceptar aquello que no puedo entender.

Como rendirme a la imagen de una silueta en la oscuridad
como someterme a la idea que sostengo entre los dientes
como esperar y esperar lo que se fue hace años
como sumergirme en las nostalgias acumuladas bajo la almohada.

Este poema es algo así, algo como pretender no quererte
como pretender que todo este tiempo pude haber vivido sin tí,
como tratar de encerrarme de nuevo en la soledad anterior
como enredar más las palabras, cuando sólo quiero decirte
que este tiempo ha significado amarte,
que toda esta historia es el poema más puro
que amarte es cargar la poesía a flor de piel.

Para @zuzy

Lo peor que he escrito

Somos irremediablemente solitarios. Somos irremediablemente ajenos al rodar irreparable del segundo que pasó. Somos victimarios del tiempo, asesinos de tiempo, inconsistencia interminable. Somos nostalgia acumulada, deseos atrofiados, entes disfuncionales que viven en la oscuridad de la noche.

Sin excusas ni razones, sin pretextos para llenar el reloj, ni fotografías para ilustrar lo que se siente sentir tan poco cuando se recupera en los sentidos un viejo recuerdo: el aroma de un perfume de una mujer vagando por el espacio abierto y encerrado de un salón de baile, serpenteando entre la gente, buscando un destino que lo atrape y lo atesore para la eternidad.

Escrito está. La herida marcada... los rastros por toda la habitación... los despojos por todo el camino... la puerta abierta, las ventanas de par en par...

esto es lo peor que he escrito en días.

El agujero del centro de la ciudad

Se hizo un agujero en el centro de la ciudad. Ahí mismo en medio de todo, entre la avenida principal y la calle más larga y transitada, dónde todos circulamos, donde todos nos juntamos a hacer algo de tráfico y bulla de bocinas bélicas, voces gritantes, miradas asesinas y señales de dedos medios rabiosos y manos extendidas temblorosas. Ahí y en la hora más poblada de la intersección, se abrió la tierra.

Un par de carros fueron tragados y unos 10 peatones desaparecieron. Todo el bullicio se hizo silencio y no se oyó más que el crujir del asfalto mientras caía al vacío que seguramente se abría hasta el centro del planeta. Bocas abiertas y miradas incrédulas acompañaron el momento.

Al día siguiente más de mil personas desaparecieron al caer dentro del inmenso agujero ya que no se señalizó correctamente la zona.

Las autoridades han tratado de lavarse las manos pero la verdad es que ni ellos podrán hacer algo para remediar el problema ni ocultar el asunto.

Día con día crece el cráter. Día con día la tierra cae y desaparece en las sombras del abismo incontenible que nació un día en medio de la ciudad, en medio del tráfico de las 5:32 de la tarde de un jueves cualquiera.

Pareciera que el plan de la Tierra misma es devorarnos. Pareciera que algo va a nacer de nuestros restos. Pareciera que ya dormí suficiente. Pareciera que este sueño se va a hacer realidad... algún día...