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Invisible, corazón

Haceme invisible corazón, cortame las realidades, desvaneceme los trazos, robame las vidas y los movimientos y la sombra.

Haceme invisible corazón, olvidate de mí, esquivá los golpes de la memoria y las ilusiones del futuro traicionero, dedicate a ya no verme.

Haceme invisible corazón, aprendé a ver a través de mi imagen y ver más allá de lo que existe, aprendé a ver sin verme y colocar en mi lugar la nada.

Haceme invisible corazón, algo menos que un fantasma, algo menos que la niebla que desvía la atención hacia el vacío, algo menos que el aire que apenas te regala la existencia.

Haceme invisible corazón, no me prestés más tus intenciones, ni tus sueños, ni las glorias de tu vida infinita.

Haceme invisible corazón, cambiame la historia, o borrala, o dejala bajo el sol para que se evapore.

Haceme invisible corazón, que el día que quiera me aparezco y te clavo un beso donde sea, te digo cualquier cosa y me acuesto contigo a dormir para siempre.

Haceme invisible corazón... haceme...

Una plegaria

¡Que se quiebre el corazón!,
o como sea: dejame entrar.

Dejá que tiemblen las raíces,
que se estrellen las estrellas,
que retumben los oídos,
que se abra el suelo y se queme todo...

Que se caigan nuestros muros
y se abran nuestras puertas;
que tu aliento se acurruque con el mío
y mis manos toquen tu alma.

Dejá que todo el mundo se haga polvo
dejá que digan y que crean lo que quieran,
cerrá la brecha, cruzá el puente,
volá conmigo o
vení a abrazarme.

Que se rompan los silencios
que se partan los rencores
que se borren nuestros pasos...

... volvamos a empezar la historia.

Acumulación

Pura nostalgia, eso es lo que se acumula en las reposaderas cuando llueve.
Sólo nostalgia.

Después de ayer

Yo no sé qué cargo, qué pienso.
Qué creo si por momentos dejo de creer;
qué cantidad de basura he acumulado acá en mi banqueta,
con quién hablo
a quién le cuento
con quién me purgo los problemas, los dientes,
las marcas, los días, las noticias, las palabras.

Quién me salva del desencanto
producto de traer el amor a valor presente,
de aplicarle al amor el valor del dinero en el tiempo,
de calcularle su depreciación y el desgaste,
de contabilizar las deudas que va dejando el corazón
cuando uno finalmente asume
los intereses que le va cobrando a uno la vida
para hacer realidad un par de ilusiones berrinchudas.

De ir por venir se ha tratado;
de decir algo que no se debió haber dicho,
de contar todas las noches el mismo grupo de ovejas,
de verlas saltar sobre la cerca
y verlas cada vez menos ovejas,
verlas cada vez más monstruos
más frías, más reptiles.

El amor es una realidad alterna,
sólo un sueño,
una idea que uno se hace
o algo que uno malinterpreta con el pasar de los días
con la acumulación de momentos,
con la capitalización de las palabras.

La vida no es amor.
La vida nunca pasa por el corazón.

No se puede vivir enamorado,
no se puede combinar un asunto con otro.
Caer a la realidad es dejar el amor dormido;
enfrentar la realidad es sentirse solo de alguna forma.
Estar solo es estar vivo,
estar enamorado es dormir y nada más.

Las manzanas se envenenan,
se engusanan,
se comen vivas entre ellas.
Los sueños se llenan de agua.
Las nubes son sueños.
Los sueños se caen del cielo: llueve.

Aquí no hay más perdones que valgan,
no hay más sonrisas que curen.

Time heals, but I'm forever broken...
una y otra vez. La desventura.
La finalización, el acabose.

Aquí sólo hay restos de un corazón partido (o dos o tres)
aquí sólo hay dudas y cuestiones que no terminan (una o mil).

Aquí no hay caricias renovadoras,
compromisos eternos, fechas de caducidad,
o algún beso furtivo que olvide el tiempo.
El tiempo es siempre pasado.
El pasado es una víbora sigilosa que se arrastra por todos lados.
Yo soy el pasado.
Yo soy lo incierto, la cuestión redundante
la falta y el milagro: lo terminado que no termina,
la cuestión limitante, la cuestión reprobada,
el impaciente compulsivo, la ira y el miedo,
el transeúnte suicida, el sospechoso vigilante,
el pendenciero reincidente.

Aquí no hay historias que pesen,
no hay formas ni líneas, no hay fronteras,
todo es gris aquí y ahora:
nada es seguro.

Sólo quedan suspiros y anhelos,
queda algún lamento que no conozco
y todo eso que ya nunca podré ofrecer jamas,
queda el alma en llamas, la lucha necia,
la disposición incompleta,
la intención dando patadas de ahogado.

El problema viene a veces
producto de esa capacidad infame que tenemos
de tomar lo que queremos cuando queremos
de hacer lo que sea necesario
para llenarnos los vacíos que deja alguna necesidad perdida,
alguna infancia solitaria,
alguna depresión recurrente, algún curioso pensamiento
o el rastro que van dejando las personas o los fantasmas
sobre nuestra historia personal.

Esquizofrénicos y malabaristas,
así somos y así nos vamos
mientras nos funcione el teatro,
mientras el acto principal siga a salvo
mientras haya algún sueño inédito
pendiente de ser asesinado,
sin terminar esto o lo otro,
sin terminar algo para iniciar otra cosa,
sin seguir, sin cambiar, sin querer sentir,
sin darnos permiso, sin movernos,
sin perdonarnos ni pedirnos perdón,
como siempre,

así nos vamos...

Poesía inútil

la poesía se nos ha vuelto inútil,

ya no sirve,
ya la poesía no hará algo por nosotros,
ya la poesía no es una opción.

ya no tiene sentido
que prevalezca esta fantasía
o su retórica vacía;
el afán recurrente
de expresar las cosas más terribles
de purgar tanto corazón lastimado
de intentar reparar
lo irreparable
como si fuera necesario.

hay menos que los sueños
acá entre nosotros;
sociedad marchita
mundo en decadencia,
the space between
the wicked lies we tell
and hope to keep safe from the pain

nos hemos herido
magnificando nuestro descontento,
nuestra intención silenciosa
nuestra revolución contra la nada.

nos hemos desconocido
hace mucho,
hace tanto

aquí estuve acaparándolo todo en ti
aquí estuve un día, una tarde…
pero ya no…

ya la poesía no nos salvará
de nosotros mismos
ni de las garras metálicas de los cañones
ni de los puentes hacia el olvido
ni del corazón roto prometido.

ya no tenemos escapatoria
en el embudo del desencanto
el camino hacia la soledad
el alma rota,
las miradas perdidas,
los disparos a quemarropa
el sexo hirviendo
las caricias,
las noches de desvelo,
embriagarnos de nuestro ego,
encerrarnos en el orgullo
volarle los sesos a cualquier mendigo,
volar sobre el pantano
once minutos
su último viaje
aquella noche
cien años de soledad...

algunos ojos de perro azul que nos releven.

¿a dónde vamos?

este bus se derrite,
este tren no se detiene,
esta nave espacial no deja de explotar...

esta bala perdida que nos atraviesa el pecho,
esta idea retorcida, estos celos malandrines,
este café superando lo verde,
este payaso que sin más que un suspiro
este entierro que ya lleva más de 6 meses.

ya la poesía no me sirve,
ya la poesía no me basta,
ya la poesía no nos alcanza,

¿te has dado cuenta, mujer, que no nos alcanza?

Me gustás

Me gustás mucho muñeca
definitivamente es eso
y aunque no sé exactamente cuánto
sólo sé que no importa
porque no hay salida.

Me gusta olerte por todos lados
sentirte por todos lados
traerme algo de ti
cuando nos despedimos.

Que me besés el cuello,
que me mirés fijamente
cuando me mordés el labio,
sentirte absorbiéndome el alma
abrazándome como queriendo
perpetuar el momento
mezclar nuestras carnes,
conectar nuestras ganas,
olvidarnos del mundo,
fundirnos para siempre,
porque esto es para siempre,
tú sabés que es para siempre.

Que me mirés sonriendo
como si no supieras que te amo
como si yo no supiera que me amás
como si esto nunca hubiera empezado,
como si el tiempo transcurrido
fuera apenas un segundo.

Me gusta llevarte a todos lados
tomada de la mano
o agarrada de mis pensamientos
colgada de mis ideas.

Sos la posesión más preciada de mi cabeza
la memoria más clavada entre mis recuerdos
la esencia de todo lo que quiero
y con lo que jamás soñé si quiera.

Te amo, para qué decir más,
sos la letra de mis canciones
la razón de mis poesías
la inspiración más sublime y completa
todo lo que se esconde detrás de las nubes
todo lo que se encierra en las burbujas del amor
que suben lentamente al cielo
y que estallan mientras yo me voy quedando dormido.

Te voy a soñar,
no puedo hacer más,
no quiero hacer más
patoja canela,
patoja ilusión, corazón de melón,
sensualidad divina
mujer de mi vida.

Te voy a desear para siempre,
hasta que algún día encontremos
el balance y el punto de equilibrio
para saldar estas nuestras deudas con la sociedad
este nuestro compromiso moral
de vivir tan de lejos
esta intimidad tan cercana de amarte.

Aquí se acaba

"El problema no es que juegues, el problemas es que es conmigo..."

el año pasado:
una escuela decadente
una verdad mentirosa
entregarse sin más a la boca del lobo,
un fantasma drogadicto
una emoción fugaz, un despecho errante.

aquí es donde entra en juego la ausencia
el abandono, la soledad (esa puta)
la condena perpetua de repetir algún error,
el sentir clavado en el corazón,
extender las manos más allá de los dedos:
¿cómo se cura un corazón?

el año pasado:
tú tan como yo,
yo tan enredado en esta tristeza
en el templo de mi desgracia
en la conjunción de mis miedos
y un par de gracias desgraciadas.

tú no sos mía,
lo único mío son los desvelos,
el quejido que aún me persigue en las noches,
las sirenas de alguna actividad de convivencia,
la poesía rota, el encanto, la mentira.

ya pasará, como todo,
ya sanará
o se infectará de una vez por todas
y caerá sola.

renuevo mis intenciones: te amo.
mi amiga, mi niña, mi pareja,
la mano y la risa y la idea y la mirada;
estar juntos para siempre.

te destrozo un par de ideas,
decidís que es momento de bajarte el mundo de los hombros.

te vestís de gala,
arrancás cabezas,
distribuís y aclarás
corregís y confirmás.

yo no espero que los demonios se vayan,
sólo quiero que nos dejen dormir
juntitos, arrejuntados,
empiernados, silenciosos,
en paz.

ya estuvo suave de tanto murmullo.
ella les parte de uno en uno los dientes.

Amor eterno

Algún día entenderemos esto, esto de vivir, esto de intentar ser "alguien".

Me muevo entre sombras, entre pobres entidades pobres, entre miserias colectivas, entre corazones corruptos y sueños de mantequilla. Me río. Yo ya no estoy para funerales ni para entierros innecesarios.

Yo ya no estoy para bailar con alguien más, ni para ponerle mis brazos encima a otra, ni para enredarme en el pelo enredado de otros ojos fulgurantes, ni para colgarme de otros labios repentinos, ni para acostumbrarme a otras mañas. Ya no puedo acumular más odio amante para nadie ni amar las ventanas de otra alma, ni querer despertarme al lado de otros miedos.

Tú sos la razón, la mejor, el camino y el desenlace de esta mi historia. Tú sos todas mis guerras y todas mis victorias y mi única derrota (que conste que ésta todavía me la debés).

Así escribo de puro corazón; así te escribo con algo más que palabras: aquí te escribo, muñeca, pura sospecha de amor eterno.

Poemita Mensajeado

El 20 de agosto de este año, a las 22:40, entró un mensaje a mi teléfono con remitente “@zuzy”.

El mensaje contenía un trocito de poesía que decía lo siguiente:

HOY ME LEVANTÉ,
TOQUÉ MI CORAZÓN Y SENTÍ,
REÍ, LLORÉ, GRITÉ,
DE TODO LO BUENO EXPERIMENTÉ
GRACIAS A QUE EN ÉL
TE ENCONTRÉ A TI

MI AMOR.

Gracias mi niña corazóndemelón…

yo también estoy enamorado.

Qué me queda en la vida

Qué me queda en la vida
fiestas, pachangas, purrunes,
vomitadera trasnochadora,
dulces, sexo, guaro, sexo, dulces.

El chicle que pierde el sabor,
la noche que se termina.
Los restos son de éste avión: de éste viajar entre cuevas y bocas.

Qué le queda a esta mi vida
revolverla más, entregarla de una vez,
comprometerla de una vez por todas
arreglarla, darle forma, soplarla,
recogerla y tenderla.

Qué me queda de la vida
más que aceptar algo que no entiendo
eso que no veo y que creo resuelto,
pelearme por nada para terminar cediendo.

Perder: eso me queda, perder.
Tiempo - dinero - espacio. Despacio.

Sexo por todos lados, fechas marcadas,
decir "te amo" cuando sea necesario, no cuando se sienta,
creer lo que todos creen, sentir el sentir colectivo.

Olvidarme de mí, darlo todo a la nada. Negarme.
Negarlo todo y salir corriendo.

¿No se entiende?

En los poetas

Yo confío, en la voz de los poetas,
en la voz de los antipoetas, de los prepoetas y los postpoetas;
confío en la voz de los repoetas, de los micropoetas,
los impoetas y los propoetas.

Yo confío en los intropoetas y en los interpoetas
en los despoetas
en los bipoetas
en los homopoetas
y en los heteropoetas.

Yo confío en los entrepoetas
y en los malpoetas,
en los subpoetas y los superpoetas,
en los hiperpoetas;
yo confío en los recontrapoetas,
en los maxipoetas, en los minipoetas
y los omnipoetas.

Confío, lo acepto, en los infrapoetas
en los retropoetas y en los transpoetas
en los anapoetas y en los hipopoetas,
en los exopoetas y en los hemipoetas,
en todos los poetas,
en los que son y en los que se creen
poetas, de vestimenta y moda,
poetas, de convicciones, suicidas,
en los poetas institucionales
en los poetas olvidados,
y hasta en los pseudopoetas creo
y hasta a ellos los admiro.

Confío además en los poetas multitudinarios,
en los poetas sensibles y en los rabiosos,
en los intransigentes y en los locos;
mis bellos poetas, tan proxenetas de las palabras,
tan prostitutos de los páginas y la edición salvaje.

En los poetas creo, por ellos vivo,
en ellos me regocijo día y noche,
ellos me muestran el camino.

Dios bendiga a los poetas,
a mis poetas, choferes ciegos de esta mi nave
de ésta mi vida sin rumbo ni sentido.

¿Y a qué hora comemos?

Dos mil tres

A veces imagino una tarde de marzo,recuerdo,
un carro ajeno desplazándose por el boulevard principal
ese hilo gris que es el asfalto
atravesando de un lado a otro ciudad san cristóbal
entre hileras continuas de árboles metálicos
y luces artificiales apagadas.

Manos escapando por las ventanas,
cigarros prendidos enrrollados entre los dedos,
promesas y canciones en el aire,
ideas extraviadas de 5 jóvenes buscando lo que no conocen
corriendo hacia el ocaso.

Navegantes galácticos
cocodrilos astronautas
mensajeros paquidérmicos
soldados del olvido,
pequeños demonios de la nada.

Ahí vamos, desterrados,
entre amores de patojas traicioneras
entre espinas de rosas venenosas
a toda velocidad por el boulevard infinito
de éste mundo aparte (ciudad san cristóbal),
subiendo la vereda del sol poniente
escalando la escalera de la continua decadencia,
marionetas de una venganza cósmica,
entre las ratas de corbata y guayaba,
desinteresados de las preocupaciones laborales y tributarias.
ahogados para siempre, ahí vamos,
por la carretera de la desilusión intermitente
de las rupturas para siempre,
amarrados por pura soledad compartida,
libres por la simple idea de la juventud inmediata,
soñando con algún día cambiar el mundo
por una manzana o una tortuga gigante,
para poder escapar haca algún lado, sin importar hacia dónde,
montados en los caballos traslúcidos
que se forma el contoneo del humo que se nos escapa de los dedos.

¿Te acordás de esa vez?
Es que yo sueño con ella todas las noches...

Descender

Escribir es el mejor purgante

(yo y mis tonteras, lo único que me queda),

sacarlo todo,
vomitar si es necesario,
corromper el alma,
destronarse a uno mismo,
quebrarse la cara,
apagarse las velas,
bajarse del pedestal,
tomar asiento en primera fila,
estar atento, ver el show,
la decadencia,
la propia autodestrucción,
el murmullo,
los despojos,
la tronadera de huesos,
la luz inmaculada,
la santidad derrotada,
el agua corriendo,
el polvo en el aire:
las ideas son sólo ideas.

A veces tengo una sensación rara,
como si el fin del mundo estuviera cerca.

Ella, calladita. La veo descender poco a poco.

Con todito, todo...

Porque a pesar de las cosas que digo
y que nunca debí haber dicho
todas las cosas que he hecho
y las que dejé de hacer hace un buen tiempo
aún con todo este tiempo
acumulando razones y pretextos
cómplices de berrinches
y mi constante miedo a perder lo que aún no tengo
aún con mis complejos egoístas
y el orgullo del que cree conocerlo todo
con estos celos tan celosos
y esos vicios recurrentes que aún no suelto
con todito, todo...

Tú seguís aquí, para mí,
firme, siempre a mi lado
haciendo divertido el camino
compañera de viaje de este soñador compulsivo
con todo y todo, y quizás hasta sin nada
me hacés seguir, sentirme vivo
querer llegar a algún lado...
y te amo.

Y es que a veces no te entiendo
y de los nervios me cuesta quedarme callado
porque aún con tanto tiempo, todavía te miro y tiemblo
y lo que era fácil, lo vuelvo tan complicado
con todo y todo mujer,
y aunque no siempre lo demuestre,
no hay nada que me haga más feliz
que abrir los ojos y verte paradita aquí en frente
y es que con todo y mis problemas existenciales
con el hecho de que me cuesta llegar a tiempo
y que hay diferencias que todavía no resuelvo
con todo lo bueno y lo malo que llevo dentro
con todito, todo,
tú seguís aquí…

El mero mero mero

Yo soy este, el de las piernas cutas cutas cutas
el moreno sabrosón, negro paqué mis tenis,
el trompudo barb'echivo, el necio concupicente,
mal cayente, cuestionante,
celoso mordido, tonto egoísta.

Yo soy el de las nalgas paradas paradas paradas
el de los ojos como los de su nana,
el de la sheca de su tata,
el del incesaestandarmóvil a más de 70,
el que dibuja y escribe, el que escribe lo que dibuja
el que escribe sobre lo que dibuja cuando escribe.

Yo soy el del café fuerte fuerte fuerte
sin azúcar, así amargo me gusta
con las ganas partidas por la mitad,
con imágenes perturbadoras en la morra,
con más de alguna palabra siempre en la boca,
con la pura gana de chingar a flor de piel.

Yo soy el que llega tarde tarde tarde,
al que todos tienen que esperar porque llega tarde
el mero inconsciente, el burlón y el carenalga,
el que batalla contra el mismo todos los viernes,
el que se desaparece cada vez que puede
para regresar con cara de chompipe el lunes
medio desvelado o desvelado y medio.

Yo soy el de los pretextos textos textos
el de las muladas hadas hadas
el de los blogs, el del twitter,
el Jorge Más irreparable:
el de la mera desesperación ambulante.

Ese soy yo... desqueriendo para siempre... 
dando vueltas... oxidado decadente,
buscando algún día cumplir mi macabro plan,
mi veintiúnico plan,
mi plan infinito:

estar completamente solo (con ella).

Negro

Veo negro, Padre, veo negro,
Dios mío, veo negro,
no entiendo nada: todo negro.

Los ojos bien abiertos, Padre,
el alma entumecida,
pensamientos oscuros, Padre,
las calles vacías, Padre
todo negro, todo negro
Padre.

Los huesos temblando, Padre,
líbranos de todo mal
y no nos dejes caer...
simplemente no nos dejes caer,
Padre.

La mente alerta,
la sonrisa olvidada, Padre,
una guerra de sombras
una guerra sin tregua,
una guerra sin victorias, Padre,
el sistema remojado en sangre,
todo negro, todo oscuro,
el miedo en la punta de los dedos
el miedo en la punta de la lengua.

No hay descanso, Padre,
veo negro,
la salvajada y el machete
y el silencio
y la aflicción, Padre,
todo negro.

Padre, no te veo Padre,
me siento solo Padre,
indefenso, este camino duele mucho
y las ratas siguen orinando sobre el cielo, Padre.

Y quién me oye, Padre,
sólo Tú me oyes, todos sordos,
todos ciegos, todo oscuro, Padre.

La violencia, la psicosis,
el terror, las balas, el metal hirviendo,
los fantasmas,
la pérdida de la vida,
la muerte y la muerte y la muerte:
nuestras muertes en Stand By,
esperándonos en cada esquina,
todos caminamos sin nombre,
somos XX, somos polvo,
el objetivo de cualquier bala,
el objetivo de cualquier fuego.

Danos fuerza Padre,
sobre lo oscuro Padre,
sobre lo negro Padre,
sobre el olvido Padre,
sobre la niebla Padre,
sobre la sangre Padre.

Estamos en tus manos Padre,
no te veo Padre, cierro los ojos
me entrego con los brazos abiertos Padre.

Son tus manos, Padre,
las que nos llevan
entre lo oscuro que veo,
entre el silencio que nos amarra, Padre.

Mujercita de Canela y Porcelana

Ay, mujercita de canela
si pudieras tan sólo realizar
cuánto te amo
dentro de todo lo que digo y hago

cuánto te amo
cómo te amo

o tan sólo pensarme
amándote y buscándote en cada sueño
imaginándote
en cada caída vertiginosa, estelar
suspiro y tormenta y paz
humedad: locura.

Sos tú patoja,
morena, flaca,
my love,
my one and only,
muñequita de porcelana
(como las de mi abuelita, ¿te acordás?).

Invasiones

Yo creo que es simplemente amor, fijate vos;
poemas de poemas de poemas

caminata por la tarde
la zona 10 invadida
el eco de una voz viajando ligero

colgado del viento
un Thom Yorke lejano y dolido

la zona 10 invadida.

Yo creo que es simplemente amor, como todo.

Levantando sospechas,
terminándome la última taza de café,

el último cuerpo cae resignado
a media calle,

toda la zona 10 está invadida

policías por doquier comprando cigarros,
policías por doquier ejercitando la mandíbula
desgastando la lengua a pura saliva.

Camino y volteo a ver cada dos segundos.

Pienso en ti, corazón frágil, mi vida,
promesa ajena, requerimiento del destino
(mi propio destino, no se hagan ilusiones)

quiebradientes, trompo y capirucho:
todos a bordo.

No puedo parar de escribir no puedo parar
de escribir no puedo
parar de escribir.

Miro al cielo: no hay más cielo,
sólo letras gigantes y luces.

Luis Palau en cada parada de bus:
creo que dudo un poco de su dentadura.

Y los bares abren temprano, a destiempo, uno sobre el otro,
todos orquestando una sinfonía reguetonera
magaflow, regueflow, diguiflow, peneflow;
augurio de orgías y desfiles de moda,
de gargantas sometidas al guaro,
del despilfarro de los niños precoces sin alma.

Pienso en los narcos, los narcowannabes,
los transeros, los bisneros;
próceres de ésta nación de la muerte.

Pienso en los que andan armados,
cargando su pene de metal y pólvora incrustado en la parte trasera del pantalón;
una Prieto Beretta cuando menos,
lista, presta y dispuesta.

Una 9 milímetros al servicio del capricho
y la necesidad de sentirse bien macho.
Un quiebraculos respetable.

El DJ grita, cuestiona, requiere:
put your guns up in the air like you just don't care!

Cerveza por doquier,
cerveza y ron por doquier: la zona 10 está invadida.

Ahora mi mente está invadida. Pienso en ti.

Regreso de una vez al pensamiento que lleva tu nombre:
mi mente es tuya.
Estoy invadido y tomado
y derrotado y conquistado por tus ejércitos
y tus manos democráticas
y tus pechos de fantasía
y tu sexo publicitario.

Es que tú estás pegada en cada rostro,
tú estás escrita en cada poste,
tú estás bajo cada paso y a mi lado,
tú estás dibujada en cada anuncio.

Tú estás parada en cada esquina
comprando una dosis de corazón para más tarde,
para cuando te mire, para cuando me acerque,
para cuando salga de ésta ciudad podrida
y llegue corriendo a tus labios
y te entregue el brazo desnudo
y tú me des la aguja esterilizada.

Camino. Mi mente está invadida.

La zona 10 está invadida.
Toda esta puta ciudad está invadida.

Esto soy...

Ni el más mejor,
ni el menos pior.

El promedio más 1: eso soy...

El Poeta

Entregado a mis vicios
he dejado la vanidad en la gaveta
me he pintado dos agujeros verdevioletas bajo los ojos
he llenado mi boca con dos hileras de piedras amarillas
me he dejado poblar la cara por un espeso bosque negro
y en la punta de mis dedos
una lámina traslúcida y larga cuelga
en cada punta.

Me he perdido cualquier invitación social
he prendido fuego a cada identificación
que pudiera levantar sospechas sobre mi existencia
he escondico mis ojos detrás de un par de lentes polarizados
y mis pies se mueven sobre un par de trozos de hule reciclado.

He olvidado cualquier pasado que fuera mío
cualquier memoria que pudiera delatarme
cualquier intento de revivir el accesorio flácido
de alguna oficina de algún edificio
detrás de un teclado
detrás de mil hojas de cálculo
esperando a que llegara la próxima quincena.

Me he dado un buen festín con 134 libros,
hasta quemarme los ojos,
hasta confundir lo negro con lo rojo,
hasta desentender cualquier historia posible.

Me he amarrado la soledad a la cintura
me he encomendado a los rayos de la luna
y he elevado oraciones paganas
al sol naciente de cada mañana.

Las ideas revolotean sobre mi cabeza
las intenciones se me escurren por la entrepierna.

Mi techo es clandestino,
mi cama improvisada,
mi comida una interrogante.

He abrazado lo único que sé hacer: escribir.

Aquí estoy vida:
con ganas de escupirte,
con ganas de gritarte lo puta que sos,
con ganas de escribir hasta podrirme,
con ganas de podrirme,
con ganas de escribir hasta volarme los sesos
con una bolígrafo punto fino entre los dedos
y un par de palabras de contrabando.

Aquí estoy vida
con tus intenciones bajo las uñas
con tus propósitos en las axilas.

Aquí estoy vida:
YO soy el poeta.