Frenéticoparanóicocelosocompulsivo

Tanta mierda.

Sí: corré, llevá, pagá
"su total es de equis cantidad de quetzales...".

No pensés.
¡Manoooo!, hablá,
pero decilo bien,
¡no!, así no...
si no querés mejor no.

Todo te da pena. Todo...
... a vos también.

Va... ya casi pero no me convence.
Falta.

Volteo a ver y ahí está.

Queré, hombre, queré
querete a vos primero,
primero después de mí.

Quereme, comete las uñas,
mordete los números y las cuentas,
hartate los passwords,
enterrate los pies en los ojos.

Tanta mierda.

¿A dónde vas?, ¿ya venís?,
(llamás)
¿ya viste la hora que es?,
(llamás)
hacelo hacelo hacelo hacelo
(llamás...
no hay respuesta...
nunca hay respuesta)

¡No!... es tu culpa.

Volteo a ver... ahí está.

Estás solito, dejate,
aquí no hay alguien.

Teléfono. Bla bla bla. Teléfono.
Comés pensando en cosas,
dormís pensando en cosas,
cagás pensando en cosas,
trabajás pensando en cosas.

Maquinás de a poco
tu tan anunciada muerte espiritual.
Vos te matás, te desvivís:
vos.

Vos te apuñalás el corazón.
Vos solito te desangrás.

Te consumen los celos, ¿verdad?
es para que te des cuenta que es cierto:
uno nada más teme lo que uno es capaz de hacer.

Volteo a ver: sigue ahí.

2 comentarios:

Josecitohp dijo...

mano :/

Abril dijo...

Si, vos tenes razon, uno nada mas teme lo que es capaz de hacer..........