Mal "de conciencia"

Si vivo, si esto es vivir de alguna manera, creo/entiendo que vivo bajo unas cinco o seis maldiciones. No hay más explicación, son conjuros, conjuros de esos que se conocen como "de conciencia", de esas que pesan porque están atadas a un momento inolvidable o necio y que, al presentarse, revive el conjuro imprudente que trae sobre uno la totalidad de palabras, momentos e instantes que componen una historia. Alguna historia.

Hay veces que me voy sintiendo sólo
porque conozco esa sonrisa, tan definitiva...

... y te me vas, con esta historia entre tus dedos...


Es que recuerdo bien sus palabras: "... Cada vez que escuchés esa canción, vas a pensar en mí..."

Ella usó mi cabeza como un revólver...


Aclaro, no es obediencia o marca de esas que lo estigman a uno, porque le pegan en la autoestima o en los prejuicios. Es más bien como que esa persona se pegara un tiro a la altura de la sien, ahí, frente a uno, justo después de decir las palabras malditas.

Ingrata, no me digas que me quieres...

El fantasma regresa, se reactiva con eso, con eso que es el botón, el trigger. De ahí en adelante el alma en pena merodea, punzante, la sanidad mental de la persona. Uno ya no es libre y el hecho de que sea la misma libertad la principal víctima, convierte todo el asunto en un asunto de conciencia.

En definitiva:
Happiness is a warm gun.

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