Neurótico - Paranóico - Hemorrágico

Puedo tomarme el tiempo que crea necesario para levantar finalmente los pies del cielo y enfilar los pasos al consultorio del doctor. Pero no quiero, más bien, rápidamente me encorvo, me hago una rosca, me envuelvo en la manta con avioncitos y recuerdos tallados, me encierro en mis interiores, con los ojos cerrados, apretujados, a punto de estallar.

No es algo forzado, más bien debería caminar, rápido y ligero, en silencio, sin mediar palabra alguna con alguien. Simplemente caminar y caminar. Llegar, abrir la puerta, girar sobre mis pies y ver impulsivamente si alguien me sigue, en fin. Paranóicamente después, regresar la mirada, refugiarme entre mi saco superlativo, arroparme bien, darme un par de golpes en los brazos yo mismo, tomar valor, llegar al mostrador, ver a los ojos a la recepcionista, a la recepcionistasecretaria, decirle "Buenas tardes y feliz día de la secretaria... vengo a consulta con el doctor Carranza..."

Ya veo, ya veo... ya veo la imagen, la veo claramente en mi cabeza...

Ellá me verá, me verá fija y especulativamente, dudosa, sonriente, tan linda y tierna como siempre, ella y su sonrisa, sus ojos reflectivos, tristes, encendidos. La veré fijamente y haré un gesto imprudente, algo que le transmita claramente lo que en un momento diré: "¿Algún problema?, ¿acaso no está el doctor?...".

Ella me verá nuevamente, examinando detalladamente cada palabra mientras viaja por el aire, siguiendo cada pequeño movimiento delirante de cada letra, esos movimientos que hacen las palabras cuando bailan, cuando corren para instalarse en la cueva del oído. Me verá fijamente, escudriñando cada idea que se fuga de mis ojos, de mis ojos rojos, ojos dolidos y desvelados. Realmente tengo un look de enfermo, de enfermo terminal y sumido en un sufrimiento exhorbitante. En fin...

"Perdón señorita, no sé por qué me ve así... VENGO A CONSULTA CON EL DOCTOR CARRANZA... ¿está el doctor?... traigo un dolor que ya no aguanto... es una emergencia... !!!ACASO NO VE LA SANGRE!!!, necesito que llame al doctor..."

"... Doctor... ehhhmmm... el doctor Carranza es... es usted... jejeje...", la extrañeza de sus palabras me hacen caer en cuenta que, ¡mierda! he sido descubierto... y ahora, ¿quién podrá defenderme?

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo el chapulin colorado!!!! jejeje no ya en serio me gusto mucho, creo q todos los seres humanos podemos depersonalizarnos o personalizarnos a nosotros mismos y qiza no lo sabemos o si lo sabemos lo ocultamos, xq no qeremos figuarar como paranoicos, neuroticos o hemorragicos jejeje pero una vez mas felicidades x esa mente retorcida pero ilustre!!!